martes, 31 de mayo de 2011

La recta final y el impasse puneño



En el último tramo de campaña pareciera que los dados ya han sido lanzados. Las encuestas revelan un empate técnico entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori, el mismo que se reafirma si tomamos en cuenta el voto del extranjero, posiblemente ventajoso para Keiko, y el voto rural recóndito, posiblemente ventajoso para Humala.  Además, el debate presidencial del domingo aparentemente no ha logrado modificar en una medida notoria las preferencias electorales, según una mayoría de opiniones de analistas nacionales. En ese contexto el resultado electoral es de reserva absoluta. Sin embargo, queda un aspecto grave por explotar: el elemento puneño, el cual parece ser la última silla del baile. El que no se sienta, se queda afuera. El tema es mucho más complejo de lo que aparenta. 

lunes, 23 de mayo de 2011

Strauss-Kahn visto por El País de España

REPORTAJE: EL CASO STRAUSS-KAHN

Excesivo DSK

La séptima personalidad más influyente del mundo está acusada ahora de intento de agresión sexual. Hipnotizados, los franceses se preguntan quién es de verdad el brillante economista y socialista millonario a quien parecían dispuestos a elegir como jefe del Estado


jueves, 19 de mayo de 2011

Entrevista sobre transgénicos a Gastón Acurio en Prensa Libre (18/05/2011)

A continuación cuelgo la entrevista completa realizada el día de ayer por Rosa María Palacios en la cual Gastón Acurio demuestra que, más allá de ser un excelente cocinero y exitoso empresario, es un ciudadano peruano comprometido con el desarrollo sostenible de su país, con una visión clara de las fortalezas que debemos explotar para diferenciarnos en un mundo cada vez más estandarizado.

Recomendable para tomarse una bebida caliente, ponerse cómodo y escuchar los sensatos argumentos de Gastón.

¡Provecho!

PARTE I



PARTE II




PARTE III

lunes, 16 de mayo de 2011

¿Es fascista el Plan Nacionalista de Ollanta Humala?

El reconocido psicoanalista peruano de izquierda Moisés Lemlij tuvo duras palabras contra Ollanta Humala en una entrevista realizada por Milagros Leiva y publicada por el diario El Comercio este domingo (Ver entrevista en: http://libdes.blogspot.com/2011/05/entrevista-psicoanalista-moises-lemlij.html). Dentro de sus diversas afirmaciones hay una que no debemos tomar a la ligera: “yo soy un hombre de izquierda y siempre lo seré, pero me da cólera cuando el fascismo populista se disfraza de izquierda”. Lo expresado por Lemlij es una afirmación sumamente seria y merece nuestra atención puesto que el fascismo es uno de los regímenes políticos más nefastos que haya conocido Occidente en la época contemporánea. 

Con la finalidad de ayudar al lector a tener más elementos de análisis, he decidido revisar la definición de "fascismo" esgrimida por Norberto Bobbio (1909-2004), uno de los más lúcidos filósofos, juristas y politólogos del siglo XX y postear algunas reflexiones en torno a este tema.


Entrevista a psicoanalista Moisés Lemlij en El Comercio (15/05/2011): "yo soy un hombre de izquierda y siempre lo seré, pero me da cólera cuando el fascismo populista se disfraza de izquierda"

Entrevista realizada por Milagros Leiva.

Psicoanalista Moisés 
Lemlij: "No creo en cambios de planes oportunistas"

El también psiquiatra analiza la coyuntura electoral. Asegura que no queda otra cosa que ser guardianes de la democracia


Dice lo que piensa porque por sobre todas las cosas es amante de la libertad. El doctor Moisés 
Lemlij, como en la primera vuelta, analiza la coyuntura electoral.


sábado, 14 de mayo de 2011

La política en contra del pueblo o cómo llegamos a esto

La política es el arte de la administración pública. Por su propia definición, tiene una influencia directa en la vida cotidiana de todos los individuos que conforman una sociedad dada. Sin embargo, en muchas democracias – y no sólo en el Perú – la sociedad tiende a vivir desinteresada de lo político y sólo reacciona, más pasional que racionalmente, en los momentos electorales. Esto tiene consecuencias muy graves para todos: en primer lugar distancia a los representantes políticos de sus electores, convirtiendo así a la gestión pública en un arte abstracto y difícil de entender para la sociedad, y seguidamente camufla, e incluso merma los amplios beneficios de la democracia para la sociedad civil. ¿Es el actual momento electoral un síntoma de este distanciamiento? ¿La política en el Perú responde a las necesidades del pueblo? ¿Podemos sacar lecciones valiosas de esta complicada situación?


viernes, 13 de mayo de 2011

Capitalismo versus liberalismo: aproximaciones conceptuales para el análisis político.

Existe una falta de voluntad y una mala fe de ciertos sectores políticos, no solamente de no querer distinguir el capitalismo del liberalismo, sino de haberlos presentado a la sociedad como dos conceptos idénticos. Parte de esa confusión viene de la aberración del neo-liberalismo, un garabato que no representa casi nada de la esencia liberal y que incluye ingredientes tan explosivos y nefastos como la visión imperialista estadounidense, el capitalismo avasallador y el irrespeto total por las diferentes formas sociales de convivencia en el mundo para un sólo propósito: el poder y la acumulación de capital.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Incidencias de la política sudamericana en la elección peruana

 El Perú ha sido un país históricamente importante en el equilibrio de poderes en América del Sur. Inicialmente habitado por civilizaciones que conocieron altos niveles de desarrollo y que dominaron grandes extensiones geográficas en la región, se constituyó posteriormente en el virreinato más poderoso de la misma. Por esa misma razón, en las luchas independentistas el Perú fue el último bastión lealista y fue el país clave para garantizar la expulsión definitiva de España del subcontinente. Posteriormente, la inestabilidad política y las derrotas militares se encargaron de mermar la influencia de este país en las relaciones sudamericanas. Sin embargo hoy, en la gesta de un gran proceso de desarrollo que ya se ha iniciado en el país, el Perú vuelve a cobrar una especial relevancia por su posición geográfica central, por su apertura comercial que permite utilizar al país como plataforma exportadora para inversionistas de todo el mundo y por la abundancia y variedad de sus recursos mineros y energéticos. Pero eso no es todo lo que le importa al vecindario. Hay una razón de fuerza, extremadamente negativa, que motiva a unos y a otros a intentar arrancharse el proceso de desarrollo del Perú: las ideologías. ¿En qué medida el contexto de confrontación ideológica que vive América del Sur puede influir en las elecciones peruanas? ¿Qué nivel de incidencia tienen los países de la región en la decisión que tienen que tomar los ciudadanos peruanos este 05 de junio?

Estadísticas sobre el desarrollo reciente del Perú

Desarrollo económico Perú

sábado, 7 de mayo de 2011

El Referéndum en Ecuador comentado por una ciudadana ecuatoriana

Retransmito una interesante apreciación de una amiga sobre el referéndum que se está desarrollando el día de hoy en Ecuador:

El progreso intergeneracional como base del desarrollo sostenible

         Asociamos el progreso a la historia de la humanidad desde la antigüedad. Esquilo, dramaturgo griego del siglo quinto antes de Cristo nos propone una reflexión sobre la problemática del progreso con la leyenda de Prometeo, titán que robó el fuego del Olimpo y se lo ofreció a la humanidad. La innovación se presenta desde entonces como una parte central del progreso humano. Específicamente los griegos antiguos tuvieron una fe evidente en el progreso por medio de las artes mecánicas o técnicas. Las Luces europeas heredan esta fascinación progresista y la cristalizan con la idealización de las ciencias transmitida por el Renacimiento. En épocas renacentistas las ciencias apoyaban al progreso ahí donde Dios ya no tenía lugar. 

                No obstante, a partir del siglo XIX el cientifismo positivista fue contestado por un romanticismo que pregonaba las virtudes de la naturaleza. Desde entonces distinguimos las ciencias duras de las ciencias sociales o literarias. Posteriormente los valores liberales reforzados por la revolución industrial vieron en la ciencia el motor de la innovación técnica por lo que la sociedad liberal no tardó en asociar ciencia a progreso. Consecuentemente la ciencia estará ligada a la búsqueda de la felicidad, es lo que el filósofo francés contemporáneo Pierre-André TAGUIEFF llama la proto-religión secular de la modernidad. Pero, ¿podemos restringir el progreso a un solo aspecto de la cultura humana, es decir la ciencia? Nada es más falso, aunque debamos reconocer que la sociedad contemporánea permanece ávida de consumo y así pues de producción y de innovación.

viernes, 6 de mayo de 2011

Medioambiente: retos y necesidades para el desarrollo sostenible del Perú.

Es evidente que en el Perú el medioambiente nunca ha sido una preocupación central de ningún gobierno; por ello no existen políticas de Estado al respecto.  A pesar de esto, la comunidad científica del país, gran parte de los profesionales del desarrollo y, muy particularmente, la sociedad civil, en el sentido amplio, han denunciado y demandado respuestas concretas a una serie de problemas ambientales que impiden el desarrollo del país y frente a los cuales nos encontramos a la cola de América Latina: gestión de desechos, tratamiento de aguas residuales, acceso al agua potable, protección efectiva de parques naturales, minería informal, entre otras. De igual manera el Perú no ha invertido prácticamente nada de su presupuesto público en investigación, tecnología y desarrollo, a pesar que la riqueza en biodiversidad y en ecosistemas en el país es de las más altas del mundo. Los lastres son enormes y la voluntad política prácticamente nula. ¿Cuáles son las necesidades inmediatas y los principales desafíos que nos esperan en el corto plazo?

El Estado y sus reformas necesarias: ¿Hacia el cambio de modelo?

Este es mi primer blog y, por ende, también mi primer post. Mis motivaciones para escribirlo no datan de ayer, no obstante siempre pensé que tenía que madurar mis ideas políticas y sociales antes de plasmarlas en algún artículo. Sin embargo los tiempos electorales del Perú me exigen exteriorizar todo aquello en lo que creo, dado que considero que estamos frente a un momento crucial de nuestra historia. 

La motivación más profunda que tengo es mi compromiso con el desarrollo del país, con la eliminación de la pobreza, con la satisfacción de las necesidades básicas de tantos millones de peruanos y peruanas que han sido relegados sistemáticamente y que hoy viven en un profundo subdesarrollo que vuelve inviable a la Nación peruana – más adelante, quizás cuando haya pasado esta tormenta electoral, retomaré el tema de la Nación –.

Creo que lo anterior es algo básico, puesto que muchas personas que defienden una u otra vertiente política buscan lo mismo: el desarrollo del pueblo peruano. Es una noble causa. Sin embargo, en este caso, no todos los caminos conducen a Roma. Por ello siempre he sostenido que el fin de la política no debe ser el de satisfacer los deseos de la mayoría, sino el de garantizar la igualdad de oportunidades para todos. 

Esto significa concretamente garantizar servicios básicos como alimento, vivienda digna, agua, luz, comunicaciones y, por supuesto, salud y educación, dos grandes pilares que son la base de la meritocracia. Mientras no podamos dar salud y educación de calidad a los habitantes de todo el país, no podremos pretender ser una nación desarrollada. 

Ahora bien, otorgar esos servicios significa pagarlos y para eso es necesario que el Estado cuente con recursos suficientes para ese fin. Y ¿Cómo obtiene recursos el Estado? Pues a través de los impuestos que paga la ciudadanía y, principalmente, la industria y los servicios. En ese sentido la cantidad de dinero con la que cuenta un Estado para hacer frente a sus obligaciones de garantizar servicios básicos a toda la población es limitada y depende, concretamente, del nivel de las contribuciones de los actores no-públicos, es decir, el sector privado.

El Perú hoy cuenta con recursos que históricamente no había tenido, el presupuesto del Estado es, cada año, más y más elevado y eso ha abierto más y más ventanas de oportunidad para garantizar los servicios de base. Sin embargo el Estado ha demostrado ser un administrador ineficiente de esos recursos. Los ejemplos son múltiples: las entidades del Estado no ejecutan todo su presupuesto, particularmente en las regiones donde el nivel del gasto es abrumadoramente bajo; la calidad del gasto es deficiente; la corrupción corroe todos los niveles institucionales, desde el más alto hasta el funcionario medio; las empresas del Estado (por ejemplo las administradoras del recurso hídrico) son deficitarias y no pueden ejecutar proyectos por falta de presupuesto – consecuencia de un manejo deplorable –; existen prácticas clientelistas, particularmente acentuadas en lo local y otro gran etcétera que grafica crudamente cómo se maneja el país. La consecuencia es que la población no se beneficia, o en todo caso no al nivel que podría, del aumento de los recursos con los que cuenta el Estado.

Pues bien, muchos ven ahí la necesidad urgente de “cambiar de modelo”, de expresar su indignación frente a un aparato público y un “satus quo” que se confunde – deliberadamente o no – con “el sistema” o “el modelo”. Esa confusión yo la entiendo en las comunidades a 4,000 msnm donde nunca ha llegado el Estado y, de pronto, cuando llega una industria extractiva empiezan a aparecer funcionarios públicos (policías, Banco de la Nación, funcionarios del gobierno regional, etc.) y, claro, da la impresión que empresas y Estado vienen de la mano. Pero en boca de ciudadanos informados y estudiados eso parece más demagogia y oportunismo que falta de conocimiento.

¿Es necesario un cambio? ¡Claro que sí! Pero el cambio tiene que hacerse a nivel de la gestión Estatal, tiene que haber una reforma integral del Estado, los sueldos deben aumentarse para atraer a gerentes públicos con reales capacidades y debería asignarse aunque sea una fracción del presupuesto no ejecutado del año anterior de cada región a profesionales con capacidad de formular proyectos y que, de paso, transfieran capacidades a las regiones. Este esquema es sostenible en la medida en que, conforme vayan ejecutándose los presupuestos con más eficiencia, va disminuyendo la participación de estos profesionales hasta que la región en cuestión sea capaz de ejecutar, con calidad, el 100% de su presupuesto.

¿Qué pasaría con un cambio de “modelo”? Pues sencillamente las inversiones disminuirían y el Estado tendría cada vez menos recursos, imposibilitando así la garantía de los servicios básicos, principal tarea del Estado en un país como el nuestro donde aún persisten problemas de base como la desnutrición infantil y el analfabetismo, aunque, qué duda cabe, se haya avanzado considerablemente en esas metas en los últimos años. Dejo en manos de mis amigos economistas y de un gran universo de bloggers a nivel nacional e internacional explicar el por qué de esa disminución en la inversión y, por ende, en la cantidad de recursos manejados por el Estado. Sin embargo yo les voy a dar una pista: la globalización.

La globalización es un fenómeno muy positivo, que trae beneficios ingentes como lo son la rapidez de la comunicación y el engrose de sus flujos, la posibilidad de participar en debates y acciones concretas a nivel planetario desde cualquier lugar, la posibilidad de movilización de bienes, servicios y de capitales, entre tantas otras cosas. Hay quienes están en contra de la globalización porque, claro, como todo fenómeno, tiene lados buenos y lados malos, sin embargo este proceso que se inició, según Philippe Norel, con los albores del comercio, es decir con los fenicios en Occidente en el siglo III A.C. y con las civilizaciones orientales, incluso antes, en el espacio del Océano Índico,  no es algo sobre lo que podamos tomar decisiones a nivel local para detenerlo. Lo que podemos hacer es diseñar estrategias para aprovechar al máximo sus beneficios. 

 Para ello me voy a permitir hacer una analogía. Imaginemos que Pepe decide invertir sus ahorros en un carrito sanguchero. En un primer momento Pepe va a tener que elegir en qué parte de la ciudad va a instalar su carrito. Digamos que en la esquina A, Pepe puede instalar su carrito y vender sus sánguches pagando  los impuestos que corresponden a toda actividad comercial, pero que en la esquina B le quieren cobrar 10% más de impuestos. Si todas las condiciones son iguales en la ciudad (servicios, acceso, clientela, etc.) Pepe va a elegir instalarse en la esquina A por un tema de simple razonamiento económico. Para que Pepe considere siquiera instalarse en la esquina B, tendrían que ofrecerle algo adicional (mejores servicios, mejor acceso, más clientela, etc.) y ver si eso adicional que le ofrecen supera el 10% que debe pagar de más en impuestos.

Pues algo así sucede con la globalización, las empresas internacionales eligen el lugar donde instalarse y producir de acuerdo a esos estándares. Si bien es cierto que no sólo se fijan en el porcentaje de las contribuciones (les interesa la calidad de los servicios, la estabilidad política, jurídica y económica del país, el acceso a otros mercados para utilizar al país como plataforma exportadora – los TLC –, el nivel del mercado interno, etc.), sí es importante garantizar climas favorables para la inversión para atraer a estas empresas. En ese sentido se puede comparar al Perú con Latinoamerica como comparamos la esquina A con la esquina B para el carrito sanguchero, las realidades son muy similares entre los países (con la excepción de Brasil, México y, en menor medida, Argentina y Chile) y el inversionista decidirá a donde ir. Pueden revisar las cifras de Inversión Extranjera Directa en Venezuela, Ecuador o Bolivia y compararlas con las del Perú, Chile o Colombia y saquen sus propias conclusiones.

Además, quisiera recalcar que esa inversión no solamente se traduce en recursos para el Estado, que a su vez son invertidos en servicios básicos, sino que crean puestos de empleo y, además, son puestos de empleo formal, algo que el país necesita a gritos. Para mí ese es el segundo pilar del desarrollo: el empleo. Cuando una persona tiene una seguridad en el ingreso puede enviar a sus hijos a estudiar, puede garantizar la alimentación balanceada y el acceso a la salud para su familia, puede ahorrar para su jubilación, fomenta la producción de más bienes y servicios al ser capaz de consumirlos y, además, contribuye también al Estado con su parte impositiva.

Todo lo anterior tiene un móvil muy concreto: la Libertad. Ese tema lo retomaré y será la columna vertebral de este espacio, pero he preferido empezar por esto antes que hacer análisis históricos, filosóficos y sociológicos de la Libertad y sus implicancias en nuestra vida cotidiana.
En conclusión, es fundamental introducir cambios estructurales en las instituciones públicas del país, con el fin de garantizar una igualdad de oportunidades para todos, pero es crucial mantener los insumos que garantizan que toda política pública funcione. 

Creo, más bien, que la actual coyuntura política es una oportunidad muy grande para exigir a nuestros representantes en el Estado que hagan esos cambios estructurales y que dejen de poner en vilo al país cada 5 años, pero lo que no debemos aceptar es que venga un gobierno que nos restrinja las libertades y que nos condene al subdesarrollo por defender ideales muy nobles, pero con caminos que han demostrado ser justamente perjudiciales en ese sentido en todos los rincones del planeta.

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